Nuestra Presencia como Carmelitas en Uruguay

MONTEVIDEO: EL PRADO (1911)

En 1910 era prior de Burgos el P. Constancio del Sagrado Corazón de Jesús (Ramos Díez) que poseía una humanidad recia y un coraje irresistible. Sumaba entonces 48 años y ya tenía a sus espaldas cargos, viajes, encomiendas, misiones, fundaciones y polémicas anticlericales. En 1910 la cosa política parecía torcerse en España con Canalejas y otros políticos y alguien se temió la exclaustración. Por si o por no ocurría tal cosa, la plana pensante ideó poner los pies en nuestra América y asegurar un refugio para el exilio. Miraron el mapa y les pareció bien la costa atlántica que del Plata corre al Río de Janeiro. Y Uruguay con su capital Montevideo, tierra de promisión.

El P. Constancio dimitió del priorato y se embarcó para las Américas. El 24 de diciembre pisó tierra en Montevideo y otro cualquiera, que no se llamara y fuera Constancia, se habría vuelto a embarcar. El obispo no le recibió bien; la clerecía secular y regular con alguna prevención. El P. Camba, superior de los salesianos, le alentó y alojó. Pero cuando el padre puro predicar y moverse y hasta cantar, todo comenzó a enderezarse; el 31 de octubre de 1912, el Obispo-Administrador Apostólico firmó la licencia de fundación. El padre eligió el sector que llamaba del Prado. Al acabar 1914, con Europa ardiendo por la Primera guerra mundial, el Carmen de Montevideo tenía ya comunidad, integrada por los PP. Constancio, Rufo, Esteban, el Hermano Ezequiel y un postulante uruguayo).

Pasaron años y se sucedieron capillas, ensayos, publicaciones como El Carmelo y otras actividades. En 1927, Montevideo quedó para la Provincia religiosa carmelitana descalza Burgense, siendo la única casa formada en América. Después se fue haciendo presencia en otras repúblicas como Ecuador, Bolivia y Paraguay.

En 1928, el P. Amador de la Virgen del Carmen fundó la revista Florecilla del Carmelo que sería en la república uruguaya la portavoz de la naciente devoción a la Virgen del Carmen y a santa Teresita del Niño Jesús, hoy Doctora de la Iglesia. En esta devoción y celo se distinguió el conventual y superior de la casa, P. Fernando de santa Inés, fallecido en Burgos en 1998.

La expansión del Carmen era tan cálida y tan bien aceptada por el pueblo que los frailes concibieron el proyecto de construir un gran templo y convento adecuado. El templo sería neogótico, añadiendo su perfil al urbanismo de la capital, inspiración y ejecución de nuestro Hermano Mariano de San José. El 31 de marzo se colocó la primera piedra; en otoño de 1937 ya pudo usarse para el culto, pero las obras no se dieron por concluidas hasta 1954.

El culto fue muy intenso y las obras apostólicas numerosas; todas las cofradías propias de la Orden del Carmen Descalzo tuvieron su cabida. El 8 de diciembre de 1962 nuestra hermosa iglesia fue erigida como parroquia de la Virgen del Carmen y Santa Teresita, con lo cual el trabajo y la responsabilidad se acrecentó.

La fecha en la que se concedía la parroquia coincidía con los principios de una crisis que se manifestaba con vehemencia en Uruguay ante la posición favorable o en contra de los creyentes frente a las directrices derivadas del Concilio Vaticano II. Las adaptaciones no fueron fáciles y a esta dificultad se añadió el cambio y escasez de carmelitas para la comunidad. Disminuyeron el culto y las asistencias masivas. El mismo barrio se transmutaba socialmente, con disminución de población y envejecimiento de la misma. En tales circunstancias se pensó en hacer una reestructuración de nuestras presencias en Uruguay. Ante las dificultades de religiosos para poder atender todas las presencias en esta república, se optó por entregar esta parroquia al arzobispado de Montevideo, por espacio de 15 años. Al fin de este período se estudiará la nueva situación. Esto será el año 2010.

MONTEVIDEO: CARRASCO-SAN JOSE DE LA MONTAÑA (1943)

La fundación de esta casa no empezó hasta 1936 (14 de diciembre) y los actores primeros fueron el P. Constancia y el Hermano Ezequiel, los mismos que 23 años antes se habían afincado en el Prado. Pero esta casa tiene su autohistoria, derivada del carácter de su emplazamiento en ámbito exterior a Montevideo y junto al mar, con playas y balneario, a los que acudía a temporadas la sociedad capitalina. A poco de establecerse los carmelitas descalzos en el Prado, acudió por el sector del extrarradio el P. Rufo y, atendiendo los deseos de buenos cristianos, comenzó a celebrar misa en un lugar improvisado. Aquello acabó en una capilla, dedicada a la Virgen Stella Maris, que poco después fue entregada al arzobispo por falta de personal. En 1928 volvió a hacerse cargo de la capilla nuestra Orden, capilla que fue elevada a parroquia en 1934.

Simultáneamente, el matrimonio Ordeig-Pérez, catalanes afincados en Uruguay, muy devotos de San José de la Montaña (devoción de la región catalana de donde ellos eran oriundos), levantaron la capilla que bendecía el 10 de diciembre el mismo señor Arzobispo de Montevideo. Así los frailes del Prado tenían en Carrasco dos puntos de ocupación de los que se encargó un padre brioso y apostólico, el buen P. Atilano, director de la revista Florecilla del Carmelo, incluso como párroco.

Desgraciadamente, tan dispuesto religioso, murió de repente, truncando todas las esperanzas, menos las del precio eterno al P. Atilano (8 de abril de 1935).

En 1936 volvió a Montevideo el P. Constancio y se hizo cargo de San José de la Montaña. Junto a la iglesia, se levantó una casita en la que comenzó a practicar la vida común , tras la licencia del arzobispo (14 de octubre de 1936). Acompañaba al gran veterano el hermano Ezequiel, ya conocido, nacido también en la montaña palentina, en Velilla de Río. El 15 de marzo de 1942 se erigía en parroquia, con el título de San José de la Montaña y de Santa Teresa de Jesús. El P. Constancio fue el primer párroco y el último oficio que cumplió. En 1944 volvió a España, a Burgos, enfermo de senilidad; contaba ya 82 años muy trabajados. Vivió aún 10 años más, pero en un estado mental lamentable; pero cuando el pueblo cantaba la Salve, la voz de barítono del P. Constancio flotaba por encima de todos con devoción y brío. Le encantaba acompañar a los jóvenes estudiantes y en las fiestas era animador seguro con sus canciones. Falleció el 14 de abril de 1954.

La actividad apostólica y carmelitana continuó en Carrasco y también en la calle Havre con otro edificio nuevo, ya que el primero que se había construido era bastante reducido. Planificada la presencia carmelitana, durante el generalato del P. Felipe Sáinz de baranda, en Carrasco (calle Cooper) se habilitaron obras para que pudiera establecerse una casa de estudiantes de Teología, de futuros carmelitas. La casa se inauguró el 15 de octubre de 1988. y así funciona, habiendo entregado frutos generosos a la Orden.

MONTEVIDEO: Florida (1997)

Florida, en el interior del Estado uruguayo, es una población fundada en 1809, capital del departamento de su nombre desde 1856. Nació con rango de Villa, pero en 1894 ascendió a la categoría de Ciudad. Florida es nombre incompleto, pues debería ser llamada Floridablanca, toda vez que se referencia al ministro de Carlos IV, don José Moñino, y en 1809 presidente de la superior Junta Central de España y de Indias, suprema autoridad en tanto Fernando VII permanecía secuestrado  por Napoleón, emperador de los franceses y ocupante del suelo hispano. En esta Villa se firmó la Ley de Independencia de la República oriental del Uruguay el 25 de agosto de 1825. Hoy es una progresiva y bien cuidada ciudad en donde también estamos los carmelitas descalzos.

Todo comenzó en 1994, cuando el conventual del Prado (Montevideo), P. Gustavo Larrique, pone en marcha su Proyecto Renacer para la rehabilitación de drogadictos y actúa en Florida. En 1997 el Proyecto está en condiciones de servir y es bendecido en presencia del señor Nuncio y de todos los Prelados uruguayos. Estos viajes y presencia condujeron a trabar relaciones con Monseñor Raúl Scarrone, Obispo de Florida, y con un matrimonio, propietario de una tentadora finca de diecisiete hectáreas. Los padres intuyen que el noviciado de la Delegación Uruguay-Paraguay estaría muy bien colocado en tal lugar y no cesan hasta obtener dineros y permisos. El 21 de octubre de 1997 llegaban de Roma los permisos adecuados.

El P. Benito Díaz acude desde La Paz (Bolivia) y se hace cargo de las obras de adaptación y construcción, que en febrero de 1998 ya puede bendecir el P. Gabriel Castro, provincial. Se funda la comunidad primera del noviciado con el P. Juventino Lario como superior y maestro de novicios, y con los PP Benito y Gustavo, más el hermano Jorge presentado, estudiante de Teología y los cinco primeros novicios. Hasta el mes de julio no pudieron venirse a vivir todos bajo el mismo techo (los primeros meses del noviciado estuvieron en la vivienda adjunta a la Capilla San José de la Montaña, de la calle Cooper, en Montevideo). En la bendición final estuvieron presentes dos obispos: Mons. Braulio Sáez, Obispo de Oruro (Bolivia) y Raúl Scarrone de Florida, más el P. Delegado provincial y otros carmelitas descalzos.

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