Queridísimo P. Julián: Acabo de leer la noticia de tus bodas de oro y me-nos unimos a esa felicitación de la página, que me parece preciosa y comparto totalmente. ¡Cómo gozaría el P. Miguel!¡Qué entrañable recuerdo para ti! Pediremos muy especialmente por ti para que el Señor te llene de sus bendiciones y de todo lo mejor. ¡Muchísimas felicidades! Con todo nuestro afecto, Carmelitas Descalzas de Oviedo