El día 8 de junio, recibí la enhorabuena del P. Jesús Arrollo, a quien llamé para compartirle que gracias a Dios, ya había egresado oficialmente dela Facultad, y que la disertación de la tesina sería si Dios quiere en julio (con fecha incierta). Y en lo hermosos momentos que compartimos en Madrid recibí como siempre su compartir la luz, y tan bien me venía esa luz poderosa cuando estaba en la caverna de la oscuridad (ante el aplazamiento de mi trabajo), y pude encender mi lucecilla también con su luz. Todo el panorama se iluminó nuevamente, el compartir su luz hizo crecer y ensanchar la luminosidad de la vida. Qué hermosos son los momentos de compartir la luz, de recibirla y sentir la luminosidad, cómo crece la luz de la comprensión, cómo se ilumina el corazón con la luz del hermano, me atrevería a decir, que no sólo ilumina sino que calienta el ser. Es el riesgo de compartir la luz, el tiempo, los conocimientos, los afectos, las pertenencias del ser, es lo que recibí del P. Jesús. Ahora desde mi extremada pequeñez, mi nada, sólo puedo compartirle una oración, una luz, una vida, esta cadena de oraciones tiene el nombre de JUCAE y todos nuestros amigos de los grupos de Guayaquil a quien me une el corazón, por los años y por mi primera conventualidad, por la vida, el ser, la luz. Siempre el Amor, tiene su fuerza en la oración, estamos unidos en ello, que el Señor de la Vida a quien tanto ama, nos fortalezca en más oración, poderosa intercesora del Amo.

Lo quiero mucho mi querido padre Delegado Provincial del Ecuador del alma, solo soy un pequeño frayle que sólo puede hacer cosas muy pequeñas, y se lo comparto de corazón

Edgar, ocd