J.M+J.T
Muy queridas Madres y Hermanas de los Monasterios de Ecuador
Queridos Padres y Hermanos en el Carmelo
Un saludo y abrazo fuerte en estos momentos...
Las
escribo con emoción, y estremecimiento en el corazón frente a los
designios salvadores de Dios para con la Orden, la Provincia, Delegación
y los monasterios de Ecuador.
Dios nos regaló la vida y presencia del Padre
Jesús y nosotras las monjas, tuvimos la dicha de trabajar con él,
constatar sus desvelos, oíre de viva voz los inmensos horizontes
carismáticos y misioneros que quería para sus hermanas las carmelitas
hoy y aquí frente a tantas realidades de la Iglesia que reclaman de cada
una de nosotras, un testimonio
cada vez más vivo de santidad y de compromiso con el pobre que vive
dentro y fuera de nuestras comunidades.
Ahora
que el padre Jesús goza de la presencia de Dios, de seguro, seguirá
asesorándonos espiritualmente a todos los monasterios de Ecuador como
lo hizo de Delegado Provincial y especialmente en nuestras opciones como
Asociación; como conoció nuestras realidades personales y comunitarias
no dejará de hablarle a nuestro Dios y alcanzarnos las gracias que
necesitamos para seguir viviendo a fondo nuestro carisma, la oración
contemplativa, el compromiso evangélico para ser instrumentos de unidad
entre nosotras, para llevar adelante la autoformación como una fuente
para estar al día de lo que nuestra Iglesia nos pide y favorecer el
compromiso decidido y firme para no dejar de lado las opciones
misioneras al estilo contemplativo, de esta manera trabajmos por el
Reino dejando semillas buenas para las futuras
generaciones.
Así que, amadas/os
hermanas/os, es hora de llenarnos más que nunca de nuevas energías,
llevar adelante las opciones que tenemos entre manos para ser cada vez
más, comunidades orantes al servicio de la Iglesia. Hoy en el Evangelio
nos dice: "No temas; basta que tengas fe" (Mc 5,36). Entonces, renovemos
nuestra fe en Jesucristo autor de la historia salvadora, también
nosostras preparémonos para ese encuentro amoroso con el Padre Dios,
aprovechemos el tiempo en obras de caridad con el prójimo y permitamos
que la humildad sea el el fruto claro, bueno y verdadero de nuestra
íntima unión con el Hijo de Dios en el
Espíritu Santo.
Para nuestros
hermanos carmelitas les digo que sus hermanas también compartimos
aquellos sentimientos de dolor pero también de paz al saber que ya está
en la presencia del Dios de la vida. Tenemos un hermano más que
intercede por la Orden y
en concreto por aquellos a quienes conoció y amó en el tiempo y en la
historia.
Dios nos bendiga a todos/as y
unidas/os en la oración eucarística por el padre Jesús Arroyo
mantengamos la antorcha teologal encendida en medio de nuestra Iglesia
ecuatoriana y universal
Su hermana
Hna Marcia de Jesús Eucaristía ocd
Presidenta
Asociación Ecuador