Queridas Hermanas, familiares y amigos. ¡Salud en el Señor y bendición del Espíritu Santo!

Os envío unas letras para compartir con vosotros tanta bendición como hemos recibido en estos días pasados de la celebración de la Profesión Solemne, a la que os  habréis podido unir, y para daros las gracias por tanto cariño, cercanía y oración. Dios os pague, de verdad, vuestras letras y obsequios y sobre todo vuestras oraciones.